No saber qué te pasa: cuando el malestar no tiene nombre (y cómo empezar a entenderte)
- Selene
- 28 mar
- 2 Min. de lectura
A veces no hay una crisis concreta, ni un suceso traumático, ni una razón evidente. Solo sabes que no estás bien.
Te sientes rara, apagada, cansada emocionalmente. No estás mal "del todo", pero tampoco estás bien. Estás en ese punto medio difuso donde el malestar se cuela sin hacer ruido, y cuesta ponerle nombre.
Este artículo es para quienes viven con esa sensación de confusión emocional, de vacío sin explicación, y quieren empezar a entender qué les pasa.

“Estoy bien, pero no del todo”: el malestar silencioso
Puede que sigas con tu rutina, que trabajes, quedes con amigos o te ocupes de tu casa. Desde fuera, todo parece en orden. Pero por dentro, algo no encaja. Te preguntas:
¿Por qué estoy tan irritable si no ha pasado nada grave?
¿Por qué me cuesta tanto disfrutar las cosas?
¿Por qué me siento desconectada de mí y de los demás?
No saber qué te pasa puede generar más angustia que el propio malestar, porque sentimos que no podemos hacer nada si no entendemos el origen.
Las formas invisibles del malestar emocional
Cuando no hay una causa clara, solemos minimizar lo que sentimos. Pero el malestar puede manifestarse de formas muy sutiles:
Sentirte desconectada emocionalmente.
Sensación de vacío o apatía.
Cambios de humor sin motivo aparente.
Dificultad para concentrarte o disfrutar.
Pensamientos automáticos negativos sobre ti o tu vida.
Inseguridad, aunque todo “vaya bien”.
A menudo estas sensaciones se deben a acumulación de pequeñas cosas no resueltas, exigencia constante, estrés mantenido, heridas emocionales antiguas o falta de conexión contigo misma.
Cómo empezar a entender lo que te pasa
No siempre hace falta una gran explicación. A veces, el cuerpo y la mente simplemente están pidiendo atención. Aquí algunas claves para empezar a escucharte:
1. Pon en pausa el piloto automático
Haz una revisión honesta: ¿cómo estás comiendo, descansando, relacionándote? ¿Estás viviendo desde ti o desde la inercia?
2. Nombra lo que sientes, aunque no tenga lógica
Anota tus emociones aunque parezcan contradictorias. “Hoy estoy triste, pero no sé por qué”. Nombrar es el primer paso para comprender.
3. Observa tus pensamientos
¿Te estás exigiendo demasiado? ¿Te criticas a menudo? ¿Te permites sentir sin juzgarte?
4. Pregúntate qué necesitas
No desde la cabeza, sino desde dentro: ¿necesitas descanso, límites, cambio, conexión, validación?
5. Valida tu malestar
No hace falta que haya una razón “de peso” para que tu incomodidad sea real. Lo que sientes importa, incluso si no puedes explicarlo.
A veces lo más difícil no es sentir malestar, sino no saber de dónde viene. Pero no necesitas tener todas las respuestas para empezar a cuidar de ti.
Escucharte, respetarte y darte permiso para explorar lo que sientes es el primer paso para volver a ti.
Si estás en ese punto de confusión emocional y te cuesta entender qué te pasa, en Selene Psicología, nuestro equipo de profesionales puede ayudarte a poner en palabras lo que sientes, comprenderlo con profundidad y empezar a sentirte mejor desde dentro.
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