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El síndrome de la mamá perfecta: la presión emocional en la maternidad

  • Foto del escritor: Selene
    Selene
  • 27 jun
  • 2 Min. de lectura

¿Qué es el síndrome de la mamá perfecta?


Es esa sensación constante de no llegar, de tener que hacerlo todo bien, de que nunca es suficiente. Es la presión interna (y muchas veces también externa) de ser una madre presente, paciente, productiva, cariñosa, equilibrada… y feliz. Todo a la vez.


Muchas mujeres viven la maternidad con amor, sí, pero también con culpa, miedo a fallar, agotamiento emocional y una exigencia que no deja espacio para el error ni para el descanso.


Eso es el síndrome de la mamá perfecta: una carga invisible que desgasta profundamente.


¿Cómo se manifiesta?


  • Sensación constante de culpa: por trabajar, por descansar, por no tener paciencia.

  • Autoexigencia extrema: querer llegar a todo, hacer todo bien y no fallar en nada.

  • Comparación con otras madres, especialmente en redes sociales.

  • Dificultad para pedir ayuda o delegar.

  • Sentimiento de estar perdiéndose a sí misma en el rol de madre.


Todo esto suele vivirse en silencio, porque hay una idea social muy instalada de que la maternidad “debería” ser plena y feliz.


¿Por qué aparece?


Este síndrome no aparece porque sí. Se alimenta de varios factores:


  • Mensajes culturales y sociales sobre lo que “debería” ser una buena madre.

  • Idealización de la maternidad que deja poco espacio para el error o el malestar.

  • Falta de red de apoyo o de espacios donde expresar lo que realmente se siente.

  • Propia historia personal, especialmente si hubo modelos maternales exigentes o poco accesibles emocionalmente.


También influye el ritmo actual de vida: conciliar, cuidar, sostener… y, además, intentar cuidarse una misma. A veces, simplemente no se puede con todo. Y eso también está bien.


¿Qué consecuencias puede tener?


  • Agotamiento físico y emocional.

  • Ansiedad, tristeza o frustración sostenida.

  • Dificultad para disfrutar de la maternidad.

  • Sentimiento de soledad o desconexión de una misma.

  • Aparición de síntomas depresivos o sensación de vacío.


Detrás del “lo estoy haciendo fatal” muchas veces hay una mujer que está dando todo de sí… pero no se está cuidando nada.


¿Cómo puede ayudarte la terapia?


La maternidad no debería vivirse desde la culpa ni desde la exigencia. Pero muchas veces, para poder liberarte de esa presión, necesitas un espacio donde poder decir “esto me supera” sin miedo a ser juzgada.


En Selene Psicología acompañamos a muchas mujeres que viven o han vivido este síndrome. Mujeres que aman a sus hijos, pero que necesitan reencontrarse con ellas mismas. Con su deseo, con su calma, con su voz.


Si sientes que estás al límite o que te cuesta sostener esta etapa como la estás viviendo, estamos aquí para ayudarte. De forma presencial en Valladolid o online, donde tú estés.



 
 
 

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