La depresión es mucho más que sentirse triste o desmotivado de vez en cuando. Se trata de un trastorno del estado de ánimo que afecta la manera en que una persona piensa, siente y afronta la vida diaria.
Puede hacer que actividades cotidianas como trabajar, socializar o incluso levantarse de la cama se conviertan en un gran desafío.
A menudo, quienes la padecen sienten que no pueden salir de ella solos, pero la buena noticia es que la depresión tiene tratamiento. En este artículo explicaremos cómo reconocer la depresión, sus síntomas más comunes y cómo la terapia psicológica puede ayudarte a superarla.

¿Qué es la depresión y cómo se diferencia de la tristeza?
Sentir tristeza es una emoción normal ante ciertas situaciones difíciles de la vida. Sin embargo, la depresión va más allá de una emoción pasajera y se mantiene en el tiempo, afectando el bienestar general de la persona.
Algunas diferencias clave entre tristeza y depresión son:
Tristeza | Depresión |
Tiene una causa identificable | Puede no tener una causa clara |
Es temporal | Dura semanas o meses |
No interfiere gravemente en la vida cotidiana | Afecta la vida laboral, social y personal |
Se alivia con el tiempo o el apoyo de seres queridos | Requiere intervención psicológica o médica |
Cuando estos sentimientos se prolongan más de dos semanas y afectan la vida diaria, es probable que estemos ante un caso de depresión.
Síntomas más frecuentes de la depresión
La depresión se manifiesta de diferentes maneras en cada persona, pero hay ciertos síntomas comunes:
Síntomas emocionales y cognitivos:
Sentimiento persistente de tristeza o vacío.
Falta de motivación e interés en actividades antes placenteras.
Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
Sentimientos de culpa o inutilidad.
Pensamientos negativos recurrentes, en algunos casos ideas suicidas.
Síntomas físicos:
Fatiga y falta de energía constante.
Alteraciones en el sueño (insomnio o sueño excesivo).
Cambios en el apetito y el peso.
Dolores corporales sin causa médica aparente.
Síntomas conductuales:
Aislamiento social.
Reducción en el rendimiento laboral o académico.
Consumo excesivo de alcohol o sustancias como mecanismo de escape.
Factores que pueden contribuir a la depresión
La depresión puede tener múltiples causas, y en la mayoría de los casos es el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
Factores biológicos: Desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
Factores genéticos: Historial familiar de depresión u otros trastornos del estado de ánimo.
Factores ambientales: Situaciones de estrés prolongado, conflictos familiares, problemas económicos o pérdidas personales.
Factores psicológicos: Personalidad con tendencia al perfeccionismo, baja autoestima o estilos de pensamiento negativos.
La depresión no es una elección ni un signo de debilidad, sino una condición de salud que necesita atención profesional.
Con el apoyo adecuado y un tratamiento psicológico personalizado, es posible salir de la depresión y recuperar el bienestar emocional.
Si sientes que la depresión está afectando tu vida, en Selene Psicología podemos ayudarte. Nuestro equipo profesional te acompañará en el proceso de recuperación con herramientas adaptadas a tus necesidades.
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